jueves, 17 de abril de 2008

historias verdaderas de fantasmas

El horror de las formas
Enviada por Gisele de Bernard de Buenos Aires, ArgentinaMis padres recientemente compraron una hermosa casa en un terreno de 5000 m2. La casa había sido construida en la década del 50, sino me equivoco y esta sobre una colina rodeada de árboles.Recientemente, sin motivo aparente, tuvimos una serie de sucesos muy extraños.Un dia, mientras practicaba con el piano y se frustraba con una partitura en particular, mi hermana mayor, Madeleine escucho una voz detrás de ella que le decía ‘Vamos, Madeleine, puedes hacerlo. Sigue intentando’. Ella giro y vio a una frágil mujer vestida de negro sentada en una silla. Mi hermana grito y corrió a buscar a papa y a mama pero la mujer se habia ido.No paso una semana cuando Maggie (como los que la conocemos) estaba duchándose en el baño de mama cuando vio en el espejo el rostro de la misma mujer mirándola. Una de las razones, por las cuales creo que no estaba mintiendo es porque corrió gritando fuera del baño, desnuda para juntarse con nuestros padres.En Navidad, cuando estábamos brindando, nuestra vajilla de porcelana y todo en nuestro comedor comenzó a temblar violentamente para desesperación de nuestra familia.Durante Año Nuevo, pensábamos que seria divertido hipnotizar a Mónica solo para jugar. Ella empezó a contar y luego a saltearse números y pronto estaba en un estado diferente. No pasaron 30 segundos cuando ella comenzó a gritar desaforadamente diciendo ‘¡Me va a matar! ¡Tiene un cuchillo! ¡Dios mío!Cuando papa la despertó, solo podia recordar a una señora con cabello rojo que la perseguía en nuestra casa con un cuchilloTodos estos hechos espantosos no se comparan con lo que voy a intentar de describir a continuación:Mi papa tiene una silla de cuero que es su favorita y se siente alli cada tanto. Estaba cerca de la ventana, la cual mi madre abrio para que entre un poco de aire antes de la tormenta. Papa, preocupado por la silla (no queria que esta se moje y se arruine) le dijo a mama que no abriera la ventana. A la mañana siguiente, papa ya estaba preparado temprano para el trabajo y se dio cuenta que la silla no estaba alli, sino en otra parte del cuarto. Papa se fue para el trabajo pensando que los chicos lo hicieron la noche anterior. Mama se desperto y penso que papa lo habia hecho. No fue hasta la cena que descubrimos que el cuarto habia sido completamente “re ordenado”. No creo que esta palabra sea la indicada para describir lo que vimos: las patas de las sillas estaban dobladas de distintas formas, la mesa estaba patas para arriba y mientras que las paredes no presentaban cambio alguno habia algo extraño en ellas, algo tan maligno como anomalo. Eramos, somos una familia muy creyente y tal vez por eso no nos costo mucho trabajo darnos cuenta de los signos corruptos que colgaban de nuestras paredes. Solo seres antiguos, poderosos y malvados se atreven a mancillarlos. Y fue así que descubrimos a todos nuestros crucifijos… al revés.La Casa Germania
Enviado por Nora Müller de Buenos Aires, ArgentinaEra 1995, y en Argentina era la epoca en que todo el mundo se iba a veranear al exterior porque era mas barato. Nosotros decidimos lo contrario y fuimos con mi esposo a alquilar un bungalow a San Carlos de Bariloche. Decir que estaba ubicado en la ciudad de Bariloche seria mentir, nuestro bungalow estaba en las afueras. Cerca de la naturaleza, lejos de la civilización.Estábamos en los bosques, donde no la maldad cotidiana de los hombres que respiran y caminan, no existe. No obstante, no seria prudente decir que no habitan en esas zonas, espíritus de antaño que desconocen el paso del tiempo.La primera señal fueron las voces que escuchábamos en el porche de la casa. Parecían como si el viento estuviera cantando para nosotros, pero no era el viento. Eso lo supimos desde un primer momento. La voz hablaba en alemán. Era casi ininteligible pero lo pude descifrar. Nos pedía que nos marcháramos…Días más tarde, mientras estábamos cenando, una fuerte nevada caia afuera. Escuchamos tres golpes a la puerta. No había nadie alli. Gehen sie aus! Lo escuche otra vez. Nos pedía que nos marcháramos. Y le respondí con una pregunta de la que no obtuve respuesta. Le pregunte quien era.Llenos de terror y curiosidad buscamos por toda la cabaña hasta que encontramos una baldosa hueca y la abrimos. Lo que encontramos nos hundió en el terror y supimos de quien era la voz. Un oficial nazi escapado a la Argentina, había vivido en ese lugar. Su nombre estaba tachado, tal vez por el mismo para olvidar su pasado.En ese momento la casa tembló y no fue el cruel viento, o la nieve que resbalaba desde el techo. Era el mismo, la maldad sin nombre.Una conversación sin palabras y un pacto con lo prohibido tuvieron lugar esa noche. Hicimos un pacto, quedarnos con nuestra vida a cambio de nuestro silencio. Y fue una promesa.Al día siguiente averiguamos que un hombre de nacionalidad alemana llamado Lothar von Wald se había suicidado en la cabaña hace 30 años. Nadie sabía quien realmente había sido en su patria y nosotros jamás lo divulgamos, pues así habían sido los términos de nuestro pacto.No mencionamos esto a nadie jamas hasta ahora y lo digo en este momento y lugar porque ya nada tengo que perder. Mi esposo hace tiempo se suicido, luego de una larga depresion consecuencia de nuestro encuentro con ese demonio.Y ahora que escribo esto, creo poder escucharlo, en el viento. Ahora que conocen el secreto, en este momento…. esta en ustedes…

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